miércoles, 20 de noviembre de 2013

SI NOS TOCAN A UNA NOS TOCAN A TODAS

El 25  de noviembre es el día Internacional contra la Violencia de Género pero se ajusta mas Dia  Internacional contra la Violencia Hacia las Mujeres.
Erradicarla es imposible si no se plantea desde donde y como.
Las políticas legislativas represivas y o paternalistas por parte de los estados es claramente insuficiente.
No se puede tapar la violencia estructural así.Las primeras que debemos ser conscientes somos nosotras mismas cada agresión verbal,gestual ,cada falta de respeto de palabra u obra,cada asesinato o maltrato,cada ley laboral,cada manifestación peyorativa debemos sentirla como nuestra.Sea de aquí o en Pernambuco.
Debemos aprender a defendernos y a exigir respeto,si queremos sacudirnos la estimagtización a la que somos sometidas por el simple hecho de nacer con coño.El sexo no es determinante en una sociedad igualitaria y libre. 
¿qué está pasando en las escuelas? parece ser que hay un aumento de maltrato hacia las mujeres  adolescentes ¿qué hacemos mal? TODO.¿En qué escuela se habla de feminismo? en qué familia se habla de feminismo? ¿En qué libro de historia se habla del papel de los movimientos de mujeres por la libertad individual,social y política?
A todas aquellas que nos negamos a reducir el feminismo al terreno de "igualdad política" se nos acusa de radicales,bolleras,hembristas..
No vale ya mirar hacia otro lado porque eso os hace cómplices de cada acto violento que se perpetra contra cualquier mujer.
Desde Dones i Prou os proponemos libres asociaciones de mujeres para hablar y debatir lo que nos importa y salir a la calle juntas a exigir lo que es nuestro.
Esta semana queremos aportar nuestro granito de arena a ese grito solidario contra el maltrato y violencia contra las mujeres con dos actos:  
DIA 25 NOVIEMBRE


DIA 29 NOVIEMBRE


En el Ateneu LLibertari Al Margen 
C/ Palma nº 3



¡¡Acciones de mujeres sin miedo,no somos débiles,no somos sumisas!!

http://www.diagonalperiodico.net/movimientos/20762-cuerpo-cono-decision.html
http://cronica.com.ar/diario/2013/11/16/59674-trio-de-mujeres-matan-de-un-botellazo-a-violador.html
http://elpais.com/diario/2009/08/30/eps/1251613615_850215.html

martes, 5 de noviembre de 2013

BALBUCEO DE HUMEDADES

Balbuceo de humedades.


Las calles ya no se abarrotaban como antes.

Y eso, mientras se arreglaba para salir, la disgustaba. Ella seguía acumulando motivos, cuanto más iban pasando los días y el futuro se volvía mas turbio, mas encontraba.
Se acercó al espejo del baño para ver bien de cerca como le quedaba el pintalabios rojo sobre los labios. Aquel detalle era por otra causa.Lo hacía por si, como siempre ansiaba aunque fuera en voz baja, casi en secreto, se lo encontraba.
Pero pronto procuraba sacudirse aquel pensamiento, igual que se sacudía la ya media melena. Ella iba a luchar, a defender lo que sentía, a ser consecuente con sus actos, y de paso, a buscarlo entre la gente con la mirada. Y cuando lo fichaba, aunque el aun no se había percatado de la presencia, su presencia, respiraba más tranquila, gritaba más alto, luchaba contra la causa mucho más excitada.
Sabía que era cuestión de tiempo que él cruzara entre toda aquella gente como una pantera, sin rozar a nadie, hasta tenerla delante y saludarla.

Aquel día eran más policía que gente.
Notaba contra su cuerpo la presión de otros manifestantes.
“Pero si no iba a venir nadie”- pensó. Se dio cuenta entonces de que aquella sensación de ser tantos era porque en realidad,comenzaban a estar atrapados.
La calle que desembocaba en la sede de aquella escoria política era muy pequeña. Mas de una vez en sus fantasías, aquel había sido el lugar donde alguna desgracia de tener que ocurrir, ocurriría.
La Nacional cada vez era más a su alrededor y la gente que llenaba la calle se sentía más apresada y con rabia. Ella que llevaba unosmeses sintiéndose más fuerte. Más fuerte y mejor. No usaba para si misma la palabra sana. Una cosa eran los daños que le provocaron y provocaban su dolencia. Otras bien distintas las del corazón, el sexo y el alma. Así que nunca se decía a si misma sana. Aunque rimara con su nombre.
Había nacido para estar enferma, si no de amor, de un cuerpo que ansiaba profanamente tocar, o enferma por querer cambiar las cosas con las que no estaba dispuesta a tragar.
Enferma de vida.

En alguna ocasión él, la había llamado “guerrillera”. A ella le había encantado, sin evitar pensar que,
“Vamos tres orgasmos a dos, bicho. ¿Quieres el desempate?”-  Se imaginaba susurrándole, tumbada boca arriba, con él encima, mientras se mordía el labio, a punto de hacer ventaja en el marcador.

Se sentía más viva, más fuerte, para la gente quizás sí, más sana. Llevaba meses caminando.

-Oye, tenemos que empezar a pensar en sacarte de aquí siento se pone más feo, y tiene pinta de que sí. Cuando empiecen con el gas lacrimógeno “to cristo” saldrá corriendo. Y te veo mucho mejor pero no como para correr.- El aviso de su compañera  la saco de sus ensoñaciones.
-Malditos cerdos. Son más que nosotros -lo dijo sin darse cuenta- No se de que sirve ir a pedir permisos de concentración… No voy a ir a ningún sitio Tesa. Estoy cansada de huir. ¡Que se jodan!, así luego se verá lo que son. A esta escoria ya le da igual pegar a una señora que a un niño, así mañana saldrá en la prensa que también les da igual pegar a una pobre tullida –ésas dos última palabras las dijo en tono de victima para luego guiñar el ojo de manera cómplice a su amiga.

Los gritos se elevaban por encima de la marea de gente. Se fundían con el estruendo provocado por las sirenas. Un grupo que había conseguido llegar al mismo muro de la sede, estaba terminando una gigantescapintada. Aquello había sido la gota que colmaba el, ya de por si poco profundo,vaso de la paciencia de aquellos perros al servicio del gobierno. Entonces todas las alarmas de ella se dispararon. Necesitaba saber donde estaba él.Siempre lo hacía. Era un juego antiguo donde ella había puesto las reglas.
<< Tú muévete como una pantera entre toda esta gente, haz fotos, graba todo lo que está pasando. Hazlo para que podamos demostrarle al mundo la verdad, eres nuestros ojos. Pero déjame pistas de donde estás pantera, prohibido que yo te pierda de vista más de la cuenta. Súbete a bancos o postes de luz, haz de faro con tu cámara, pero que yo no te pierda de vista. >>
Solo tuvo que fijarse en el tumulto que había alrededor dela pintada de la fachada en la sede. Cual cabra montés, “cabrón… tú siempre en primera fila”,  se había subido a un poste y lo estaba grabando todo.

El ruido seco y atronador de la primera carga dejó mudos a muchos durante un segundo. Un segundo de esos que en otras circunstancias pasan desapercibidos, como casi todos los segundos, pero que en aquella situación fue eterno.
Y tras el: la guerra.

Se había ido moviendo sin darse cuenta muy cerca de él y por ende a donde la policía, ya sin piedad, como era costumbre, cargaba. No veía aTesa y las demás, solo veía entre los hombros de la gente a un grupo de tres personas defender de las patadas de los nacionales a un chico joven con la cara tapada.

Todo se volvió turbio, estaba harta, el sonido de alrededor cesó, tan solo era capaz de oír un pitido. Una policía, una antidisturbios, una mujer en otra época porque ahora era perra del estado, acababa de coger a Marta por los hombros, en una rápida maniobra la tiró brutalmente contra el suelo.Ella no pudo soportarlo.
<< Grábame pajarito. Grábame desde tu poste y cuéntaselo al mundo. Diles a todos lo que nos están haciendo a los que solo pedimos justicia. >> Se abalanzó sobre la policía.
-Déjala, no le pegues, ¡SUÉLTALA!, ¡mi amiga no te ha hecho nada!
Marta estaba ya con un brazo a la espalda, con el otro se aferraba a la mano de ella.
Antes de que otro perro tuviera ocasión de atraparla, fueron otros brazos los que la sujetaron por los hombros. Era Tesa acompañada de Mario.
“Hay que sacarte de aquí, ya. ¿Me oyes?, ¡YA!”

El suelo estaba mojado pero no le importaba, se dejó caer.La habían sacado del epicentro del caos, se sentía desnuda y ganada. “No te muevas de aquí, volveremos a por ti”. Pero ella no oía nada. “Tenemos que ir apor Marta, se la van a llevar a comisaría, hay que darle el teléfono de unabogado”. Notó que le apretaban la mano y se la soltaban. Le habían dejado asalvo en una calle contigua. Cerró los puños fuertemente, apretaba las mandíbulas. Una nube de frustración le cegaba la vista.

No sabía cuantos minutos llevaba fuera del punto de acción,se paso la mano por la cara, el pintalabios mezclado con la sangre que lebrotaba de la ceja, aquella mancha en el dorso de su mano la enfureció lo suficiente como para intentar levantarse y volver a la carga. Le dolía todo elcuerpo pero pudo incorporarse. De la pared dio dos bandazos y se apoyó contra el capó de un coche. Detrás de éste, una voz familiar salió en su busca.
-Guerrillera…- escuchó.
“Pajarito, faro,pantera...”- se pensó ella.
-Tengo que volver allí, he visto a Marta rodeada, tenemos que…
Él se aproximó y le paso un brazo por la cintura.
-No tienes que ir a ningún sitio, guerrillera, no te van aponer la mano encima. Sé más lista que ellos y no les dejes que te toquen con sus manos enguantadas.
-Lo has grabado todo,¿verdad pajarito?- esto último solo lo pensó. Él no sabía que desde hacíatiempo ella le había puesto motes para sentirlo un poco más cerca.
-Lo tengo todo aquí- dio un toquecito, con el dedo índice,al bolsillo en el pecho de su chaqueta vaquera.- Y aquí.- luego se rozó con el mismo dedo la frente.- No podemos volver guerrillera, tu puedes salir jodida de ahí. Si veo que te tocan un pelo me voy a volver loco. Con mis antecedentes nadie quiere que acabe chafando la cabeza a uno de los mierdas que nos han mandado a reventarnos la fiesta.
pensaba ella, mientras no podía apartar la mirada de sus labios y se dejaba apoyar por él contra la pared.
El estruendo de la gente corriendo hacia ellos, la arrancó de su fantasía de hacerle la guerra a él, en la cama. De ganar la batalla de la justicia social enredada con él entre las sabanas, y con una muñeca atada al cabecero. Aunque siempre había tenido la sospecha de que él no dormía solo.¿Quién iba a no querer hacer compañía en la noche al chico pantera de vuelta de todo? Aquella intuición no frenaba sus ganas, para nada. A fin de cuentas cuando la distancia no se lo impedía ella también dormía acompañada.
-La gente se está abriendo, han empezado a soltar gas y vana diestro y siniestro. ¡Vámonos de aquí, agárrate a mi guerrillera!
-Que mal día para no ir sobre ruedas, ¿eh? Te advierto que correr no se me da muy bien.
Pero ya estaban a la carrera, casi sin darse cuenta.

Manifestantes y transeúntes curiosos corrían por la estrecha callejuela.
Los antidisturbios que ya se habían hecho amos y señores delterreno iban detrás del grupo portando escudos y escopetas de pelotas de goma.Como si fueran los nuevos San Fermines del siglo veintiuno.
Cada vez se notaba más débil ella en su huída.
-Déjame en cualquier portal y vete a grabar lo que está pasando, siempre eres nuestros ojos.
La pareja corría como podía, aprisionada contra la pared delos edificios que eran testigos casi mudos, si no fuera por los vecinos que se asomaban a las ventanas.
-Tú te quedas conmigo niña, lo que está pasando ya lo hemos contado mil veces. Mil más que habrá.

-¡Por aquí!- avisó una voz. Alguien que le sonaba de vistales hacía señas para que entraran en un portal. Él la tomó por debajo de los brazos y la puso delante de su pecho. Casi la llevaba en volandas. Entraron al rellano ocupado por tres personas, ellos y media docena más. Un avispado policía rompió el cordón con otros dos colegas, si es que aquel calificativo podría darse entre gente de aquella calaña, se acercó al portal y comenzó a propinar sendos porrazos a quienes, hacinados, intentaban encontrar refugio.
-¡Malditos hijos de…! , ¡Cerdos!- Grito ella desde la zonamás opuesta. Uno de los polis levanto la mirada hacía ella, ante el insulto,jurándole con una sonrisa de medio lado que iba a cobrarse su venganza por tal improperio.
-Tienes ganas de guerra, ¿eh guerrillera?, así me gusta.- Yal unísono, como si lo tuvieran pactado, levantaron el dedo corazón hacia aquel“guardián de la paz” que azotaba a la gente que se amontonaba en la puerta.
-¡Venid a pegarme, cabrones, venid a por mi que no os hehecho nada, en vez de a por los que nos están metiendo en la mierda!
Fue lo último que pudo gritarles ya que la pared contra la que se apoyaba cedió. Cayó de culo contra el suelo del ascensor. El chico, pajarito,faro, pantera, entró en el cubículo de un salto y apretó el botón del séptimopiso. Sonaron golpes sordos contra la puerta metálica, ellos ya subía ndirección al cielo.
-Se meten hasta en nuestras casas, son como cucarachas.- lo dijo ella, casi como un pensamiento en voz alta, mientras con una mano se apoyaba en la pared y con la otra en el suelo procurando levantarse.
- Veremos si también saben subir a las azoteas.- contesto él, terminando de ayudarla a ponerse de pie y apoyándola contra la pared opuesta a la puerta del rectangular ascensor.- Nos quedaremos arriba hasta que se marchen. Podré descolgarme lo suficiente desde la cornisa y grabarlo todo.

Entonces el ascensor, al que le faltaba un piso para llegara la terraza, se paro.
 -Creo que has enfadado muchos a esos, guerrillera.- y señaló con dos dedos hacía abajo.
-Pues como estén los tres esperándonos lo llevamos claro,pajarito, faro, pantera.- ésta vez no solo lo pensó, lo dijo. Le sonreía conlos ojos.
-¿Todo eso me llamas?- la sonrisa de él estaba en sus labios, y era enorme.
-No te lo llamo. Te pienso así. Es la primera vez que lo digo en alto.
-Son tres cosas, no solo una como hace todo el mundo que pone un apodo a alguien.- emocionado por saberse esas tres cosas para ella, sequito la chaqueta vaquera, se hizo la coleta que tanto correr y zafarse de lapolicía le había deshecho y la abrazó por la cintura, apretándola contra él.
- Cuando te imagino conmigo en la guerra de la cama, te llamo mas cosas. Pero ahora no estamos en esa guerra.- Y rozó su frente contra la barbilla de él.
-¿Te parece poca guerra la que se está fraguando seis pisos bajo nuestros pies?- sonrió.
- No me parece poca- ahora le miraba a los ojos, profundos-tú me has arrancado de ella. Yo estaba dispuesta a morir matando- suavemente le colgó las manos al cuello sudado y duro, convirtiendo el espacio que los separaba en imperceptible, rozando sus narices.- Pero contigo quiero lucharotra guerra. Una donde no suenen disparos- y acercando sus labios a su cuello,le susurro al oído- si no orgasmos.

Fue suficiente, determinante. Sin que ella despegara la carade su cuello este giro el rostro y el par de labios encontrados, se hizo uno.Por fin el beso. No aquel sucedáneo que tiempo atrás se habían dado atropelladamente, antes de que una amiga común saliera de un  bar y los pillara in fraganti. Sentados en la terraza, sorteando la silla vacía que los separaba. Por fin los labios comiéndose a los otros, dejando paso a las lenguas, incluso a los dientes, conla misma rabia con la que habrían chocado un ladrillo, de haber podido, contra la cabeza de cualquier policía que los esperaba salivando en el portal. Y las manos libres y locas, que ya iban haciendo camino por debajo de la camiseta negra de él, y la blusa de verano de ella. Queriendo fundir los dedos en lacarne, ansiosas, queriendo abrirse en canal para que ningún órgano quedara privado de fundirse con el del otro.
“Te declaro la guerra”, susurró ella mientras tiraba de la coleta del chico y le obligaba a echar hacia atrás la cabeza. Éste le respondió con un gruñido animal y media sonrisa.
-Así que cuando follas dejas de ser pajarito y faro, solo eres pantera.-ella no podía evitar sonreírse mientras le hablaba.
Eso termino por excitarle del todo.
De un salto la giró contra la pared. No hizo falta ni que le desabrochara el botón del vaquero, se los bajo de cuajo y agachándose a la altura de sus glúteos los apretó al máximo, acercándose después, desde atrás,al oído de la chica, gruñendo una vez más.
Volvió a agacharse y se los beso, y ella contra la pared,como si de un cacheo policial se tratara, se dejó hacer. Abriendo las piernas,buscando a ciegas con los brazos hacia atrás la cabeza de él, para apretarla contra sus húmedos y brillantes muslos. Y se la comió entera, de cuclillas, sela bebió toda. Mientras lamía el flujo que brotaba de su rival en aquella guerra.
-Te voy a…- inspiro fuerte, más fuerte exhaló.- a deja rganar, para pedirte la revancha. Él entendió el mensaje, introduciendo entrelos muslos de ella dos dedos. Y venció.
Ella se corrió, casi al instante, como si aquel orgasmo llevara mucho tiempo esperando para estallar. La pared contra la que ella tenía la cara estaba mojada. No podía evitar babear, como una amiga dijo un día,igual que la perra de Paulov.
Sin haberse repuesto del todo del maravilloso orgasmo, sedio la vuelta y lo cogió por la frente obligándole a mirar hacía arriba. Se sonrieron. A él le brillaba la barbilla de tanto que había bebido. Sin soltarle tiro hacia arriba, volviendo a estar frente a frente. Ella lamía su cara como quien lame las heridas de alguien que llega a casa herido tras la batalla final.
-Vamos uno a cero, no es justo, voy a darte toda la caña que no he podido dar a los de ahí abajo- la chica hablaba con el aliento entrecortado.

Y él la beso, ahora con ternura.

Si algo le ponía de aquella chica es que siempre se la veíacon ganas. Ganas de vivir, de luchar, o de follar. Parecía que nada podía parara aquella chica. Ni siquiera lo que otros llamaban su discapacidad, porque paraél, ella era capaz de todo. Y era eso lo que a él le encendía cuando la veíallegar a las plazas, a las asambleas, a las manifestaciones. Siempre aparecíacon su mirada intacta, como si no estar consiguiendo lo que luchaban en lascalles a ella no le hiciera perder frescura. Daba igual cuantas batallas, iba apor cada una con las mismas ganas.

Ella quería su desempate. Le arranco la camiseta con unamano y con la otra le desabrocho botón y abrió bragueta. Cuando la tuvo en lamano se paro a mirarla. Toda grande, rosada, tersa, dura. Una granada de manoexquisita.
La ansiaba dentro pero no pudo resistir la tentación, ahoraera ella la que se agachaba.
La lamió desde la base hasta el glande, una, dos, tres,cuatro veces. Como si no estuvieran atrapados en un ascensor, como si tuvierantodo el tiempo del mundo. Succionaba despacio aquella cabeza ya granate, lo másparecido a como se succiona un chupa-chups. Él miraba desde arriba y lesostenía el pelo y la mejilla con pasión, agradecido, con la boca abierta y lasaliva deslizándose por la comisura del labio. Balbuceando humedades. No sabíacon exactitud cuantas veces la había deseado allí abajo.
-Ggguerrilleraaah…- lo dijo despacio, a modo de advertencia.No iba a aguantar mucho más.
Ella alzo la vista y se relamió los labios.
-Que nos pillen así, a ver si son capaces de pegarnos, o desepararnos.
Probablemente el barullo de las calles se oía desde elascensor pero en los oídos de la pareja no sonaba más que el latir del pulso.Trotando la sangre en las sienes.
Sabían ambos que si seguían por aquel camino empataríanrápido. Luego solo quedaría el desempate. El momento cumbre, dejarle vía librepara que la hurgara por dentro. Dejar que le clavara su bandera de la victoria.Ella no supo parar, o no quiso. Después de sonreírle de manera cómplice, “guerrillera…”, volvió a meterla entresus labios. Hasta que no había más carne que cupiera en su boca. Él no pudoevitar apretar la cabeza de ella contra si mismo, para que nada se perdiera.Ella comía, bebía, lo lamía entero. Se la estaba poniendo perdida depintalabios. La sangre de su ceja ya estaba seca. Otro fluido, entonces, seunió a la fiesta. Sin dejar de lamer notó como estallaba, como se derramaba ensu pelo, en sus labios, en el suelo del ascensor.
-Hemos empatado- susurro desde allí abajo, mirándolo a losojos. Él se dejo caer, sus rodillas ya no aguantaban más. Así los dos quedaronsentados en el ascensor, las piernas de él rodeaban el cuerpo de ella. Los dosculos desnudos empapando el suelo. Y se abrazaron, jadeando, buscándose la caraentre aquellas dos melenas desechas, besándose. Lamiendo los restos.

El ascensor comenzó a moverse entonces, hacía abajo, ninguno de los dos hizo por moverse, por vestirse rápidamente como si nada hubiera pasado. Había pasado. Por fin. Si tenían que pillarles y meterlos en un furgón,tendría que ser así. Haciendo el amor entre tanta injusta guerra.

-Cada vez que nos hemos visto en una mani y hablamos de cualquier chorrada, una parte de mi pensaba en lo que deseaba que pasara esto.Rozar los cueros. Dejarnos de tanto pico de quinceañero.- se lo dijo mirándola a los ojos.

Ya solo quedaban dos pisos.

-Por eso siempre te sigo con la mirada entre la gente,pajarito. Para saber a que banco o poste te subes, como un faro. O a que coche esquivas mientras lo grabas todo, como una pantera. No me gusta irme sin despedirme de ti, es el único segundo que tengo para decirte con la mirada cuanto ansiaba que pasara esto.

El ascensor llegó al rellano.

-Pase lo que pase cuando abran la puerta, guerrillera,recuerda: quiero el desempate.

Y se besaron. Mientras una mano enguantada, abría la puerta.

Ana Nirvana

sábado, 2 de noviembre de 2013

DESDE LA VENTANA

Siempre me pasa.

Se posan impávidos delante de mí y no puedo evitarlo.
Siempre he tenido la misma sensación con los animales que vuelan. Me vale lo mismo que sea una mosca que una paloma, lo mismo sea una mariposa que cuervo.

Cualquier bicho viviente que le palpite el corazón y tenga alas me hace el apaño.
Eso sí, y esto es primordial, tiene que ser urbanita.
Ya sea paloma de parque o mosca de tarde de verano, que se pasa y se posa de mí frente a la ventana. Y vuelta a empezar.

Me quedo absorta.
"Pero, ¿¡Cómo se te ocurre estar aquí perdiendo el tiempo entre mi frente y la ventana!?"
"Paloma, ¿qué haces?, ¿qué demonios haces a los pies míos, engullendo las migajas de mi bocata? ¡¿ nadie te ha avisado?!, ¿Pero es que no  te lo han dicho?. Tienes alas, eres libre".

Ya de pequeña, cuando corría tras las palomas que se aglutinaban en el césped del parque, aquella idea me subía por la espalda hasta instalarse en mi garganta.
Tras conseguir que aquellas aves testarudas cogieran vuelo, ellas volvían a al suelo.
Yo me indignaba.
"Si yo fuera tu, paloma, ¡ay si yo fuera tú!, iba a estar yo perdiendo el tiempo en este parque desolado. Vuela que tú puedes, desaparece lejos de aquí. Hazme el favor de largarte. Vete a una isla desierta a posarte en una palmera. ¡Deja de perder el tiempo en los enclenques árboles de mi barrio!

Y claro, la paloma me miraba alucinada, sin entenderme, igual me pasaba a mi con ella.

Muchos han creído que no de las constantes.
Mosca que pasa o se posa, mosca que acapara toda mi atención.
Igual da que ocurra en medio de un examen o con la boca abierta en el dentista.
"¡Elo gue hases aguí, osca eshtuida!"
Entonces me quito de lo que esté haciendo y se lo repito.
"Con esas alitas tuyas, pero tu tan obcecada, venga a estamparte en la ventana. Vete, ¡vuela!, recorre el país de punta a punta. Y si alguien te pide que te quedes tu ni caso, mosca. Si sales ahora, en un par de días ya habrás volado toda la costa. Luego puedes recorrer el norte y para en un puerto pesquero, en un acantilado, que se yo."

Tengo envidia de alas.
No comprendo como pueden desperdiciar su tiempo en lugares en los que no hay nada que ver, en vez de pasarlo como lo hacen águilas o búhos o halcones.
Ellos vuelan lejos, alto, se posan en lugares que solo he visto en fotos arrugadas de revista de sala de espera.

Así que cojo a la paloma, la echo al aire gritándole desde el suelo que se marche de una maldita vez, lejos del cemento y el barro.
Ella vuelve a pararse en la cornisa de la parada del maldito autobús.

Y me quedo susurrando lo terca que es, mientras me doy cabezazos contra el cristal de la ventana.

Ana Nirvana.

ACCION A FAVOR DEL ABORTO LIBRE EN LA CATEDRAL DE VALENCIA

Queridas hermanas, amigas, compañeras, amantes y madres. Queridas mujeres.


Estamos reunidas aquí, en este nuestro templo sagrado que es la calle, para combatir una amenaza que vuelve a planear sobre nuestros cuerpos.


Hermanas, ¡El mal está cerca! ¡Y pobre de la que no se levante y luche!
Este es un mal muy antiguo que la España más rancia y fascista a rescatado para devolvernos al somentimiento.  
Sabed queridas hermanas que la iglesia católica española, representada por Rouco Varela y respaldada por el PP y su apóstol más conservador Gallardon quieren decidir por nosotras.


Desea despojarnos de nuestra elección de ser madres. Algo tan antinatural como pedirle a un hombre que camine sobre las aguas sin que se ahogue.



-Si hombres descarriados, dejados de la mano de sentido común, utilizan su fuerza y nos someten, nos violan y nos dejan dentro el fruto de su mala praxis de entender el cuerpo y la voluntad femeninas.
¿Qué será de nosotras que no podremos decidir si darle vida o no? ¡ELLOS DECIDIRAN POR NOSOTRAS! ¿LO VAMOS A PERMITIR?


-¿Qué será de nosotras si quedándonos embarazadas no estamos preparadas o simplemente no queremos? Ya sea porque nuestra situación no es favorable en cuanto a la calidad de la vida que nos exigimos para ser madres o porque no deseamos alterar nuestro rumbo.¡ELLOS DECIDIRAN POR NOSOTRAS! ¿LO VAMOS A PERMITIR?


-¿Y si el feto tiene una malformación que lo incapacite para tener una vida digna o ponga en riesgo la vida de la mujer que lo está gestando? Una vez más los tiranos que gobiernan más allá de donde nuestro ojos ven decidirá por nosotras y hasta por el feto, ¡QUE NO NIÑO! ¡ELLOS DECIDIRAN POR NOSOTRAS! ¿LO VAMOS A PERMITIR?


¡Pero no temáis hermanas! No corráis a casa desesperanzadas y os planteéis tomar métodos anticonceptivos que someterán vuestros cuerpos y cursos vitales. O comencéis a cambiar vuestros hábitos sexuales. ¡PORQUE HAY ESPERANZA!
¡Podemos luchar unidas como ya lo hicimos por algo que es nuestro!


Ellos intentarán persuadiros. Os llamarán asesinas, malas madres… o putas.
¡Pero rebatirles con la cabeza bien alta!, ¡oídme!, con la cabeza bien alta que en vuestras plenas facultades sois competentes para decidir si queréis ser madres ( o cualquier cosa)
Que os negáis a traer más esclavos del capitalismo, el patriarcado, la corrupción al mundo.
Podréis contestar que no os tragáis sus patrañas del SI A LA VIDA, pero a cualquier precio. NO para que las monjas, habiendo perdido su esencia como mujeres y sirviendo de brazo ejecutor al poder, os los roben.


Decidles que en este nuestro pueblo, el 28% de los niños tienen déficit de atención alimenticia y que VOSOTRAS DECIDIREIS si queréis que vuestros hijos una vez paridos engrosen esas listas.


Sabéis que la injusticia es de todo menos divina, hermanas. Que existen desigualdades sociales que se verán aumentadas con esta imposición, porque de ley no tiene nada.
Muchas mujeres que pertenezcan a clases dominantes irán a clínicas abortivas de otros países. Quieren usar nuestros cuerpos para agrandar la brecha. ¿LO VAMOS A PERMITIR?



Mujeres, ante este terrorismo institucional no permitamos que nos roben  nuestra potestad. ¡Por eso pido que digáis bien alto: NO VAMOS A CONSENTIRLO!
¡NI UN PASO ATRÁS!
¡SI OS METÉIS EN NUESTROS COÑOS, FOLLAREMOS EN VUESTRAS IGLESIAS!


¡HIMEN HERMANAS, HIMEN!